lunes, 16 de febrero de 2009

Matematico, ¿Por qué? (Primera parte)

Hace 8 años que me encuentro inmerso en el mercado de los números y de las letras; quizá sean 5 años desde que me encuentro embelesado por las dulces recompensas intelectuales (entre otras) de la Regina Scientiarum (cf. Gauss en Wikipedia).
Mi llegada a las matematicas fue toda una cadena de sucesos poco afortunados; por fortuna, ahora ellas me hacen muy felíz.
Comencemos en el 2000 (como la cancion de Natalia Lafourcade): varios companeros de la preparatoria haríamos el examen de admisión al IPN (para mi, la UNAM se encontraba tremendamente débil por el coup d'état que acababa de recibir), solo para descubrir que no eramos lo suficientemente buenos como para convertirnos en burros blancos. Muchos optaron por entrar a otra institución: UAM, UNAM, UAEM; muchos otros se inclinaron por alguna universidad privada... yo me propuse entrar al IPN, pero no sabía que la ESCOM (escuela en la que yo quería estudiar Ingenieria en Sistemas Computacionales) no estaría contemplada para el próximo proceso de admisión.
En fin, seleccione a la Escuela Superior de Física y Matemáticas (ESFM de cariño) como opción al repetirme "¡cursas el primer semestre y te cambias!" Fui admitido en esta escuela en enero del 2001 y tanto me interesaba que, cuando fui a recoger mis resultados del examen de admisión, la encargada me dijo: "Tienes que presentarte con esta hoja en tu nueva escuela... si sabes donde esta, ¿verdad?" y yo respondi: "No". ¡Ni siquiera sabía dónde estaba la escuela que había elegido!
El primer semestre fue un infierno, y eso que sólo llevabamos cuatro materias y un laboratorio... a duras penas iba pasando mis examenes y el sueno del cambio era posible. Sin embargo, hacia la mitad del semestre sucedió algo que redefiniría el curso de mi vida.
A un amigo poblano se le ocurrió la idea de entrar silbando al salón, y de repente el profesor se habia convertido en un inquisidor y restaurador de las buenas costumbres de sus tiempos -de él-. Pues bueno, se me ocurrió defender a mi amigo (craso error) y al profesor se le ocurrió mandarnos derechito al reprobatorio, es decir, 5 automático en el curso. Cabe mencionar que gracias a esto, no me otorgaron mi cambio de escuela.

1 comentario:

  1. ya escribe la segunda parte!!!!!!!!!!!!!
    creo que estamos donde debemos de estar, aunque a la primera no lo entendamos.

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